Ya vuelvo por aquí con una nueva entrada y,
he de reconocerlo, cada vez me cuesta más elegir un tema del que hablar. Vamos,
que la inspiración últimamente brilla por su ausencia. Y por si no me costara
años decidir un nuevo tema, y por si no me pasara el día buscando nuevas ideas,
y por si no dedicara horas haciendo y rehaciendo una nueva entrada, por si
acaso, va mi amiga Maite el otro día y me dice que me estoy empezando a
repetir, que empiezo a escribir sobre temas ya escritos. Vamos, que no voló mi
zapatilla hacia ella de milagro, porque estoy madurando y ya he aprendido a
controlarme, que si no…
Pero lo que ella no sabe, ni sabe nadie, es
la cantidad de entradas que he escrito pero nunca he llegado a subir. El gran
número de ideas que se me ocurren pero que nunca terminan saliendo a la luz. La
de veces que empiezo a escribir sobre algo y me bloqueo, lo borro y vuelvo a empezar
de cero. Y es que así pasa con todo, que las cosas no son fáciles y conllevan
trabajo. Generalmente vemos su resultado final sin plantearnos, por un instante,
todo el trabajo que ha habido detrás.
Me pregunto cuántos borradores escribiría
Cervantes antes de hacer El Quijote. Cuántos bocetos de la Mona Lisa tiraría Leonardo
Da Vinci a la basura. Cuántas operaciones matemáticas haría y reharía Einstein
hasta llegar a su teoría de la relatividad. A veces parece que hay personas que
consiguen las cosas fácilmente, sin esforzarse, pero generalmente no es así.
Las grandes cosas conllevan grandes esfuerzos. Todo requiere tiempo y, en
ocasiones, cuesta ver los resultados. Sin embargo, ya lo dice mi abuela “la paciencia es la madre de la ciencia”.
A veces hay que saber esperar, ser paciente, perseverar y seguir intentando.
Cuando las cosas nos gustan hemos de pelear
por ellas, perseguir aquello que queremos. Creo que necesitamos un poco de
esto, de personas que amen lo que hacen y trabajen por ello. Personas que miren
hacia delante y que luchen por conseguir grandes cosas. Personas que no se cansen,
que no olviden lo que quieren, que no pierdan la esperanza.
Hoy también traigo un consejo, otro más para
la lista. No te quedes en lo fácil, no te niegues a afrontar un problema, no te
canses de intentar algo, no te des por vencido nunca. No te des por vencido ni
a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, porque los resultados pueden
tardar en venir, pero seguro que al final llegan. Termino con una gran frase
del Padre Tomás Morales. Una frase de esas para pegar en la pared de la
habitación y no olvidar nunca. Más que una frase, un gran consejo. “No cansarse nunca de estar empezando siempre”.
A veces, repitiendo temas o experiencias volvemos a disfrutar con lo que hacemos pero también creamos nuevas perspectivas desde las cuales considerar nuevos aspectos, cosas que antes no habíamos tenido en cuenta y que ahora podemos añadir a nuestro bagaje personal y nos ayuda a tener un nuevo punto de vista.
ResponderEliminarRespecto a la entrada, muy acertada y, más ahora, llegando época de exámenes. Aparece en un doble fondo, parece que el subconsciente te ha jugado una mala pasada, tanto pensar en estudiar, en seguir y seguir para lograr lo que con tanto esfuerzo estamos labrando.
No nos prives de esas entradas que tienes guardadas en la trastienda! ;)
Muchas gracias Bert!!!;) (A pesar del fallo) Y, en efecto, creo que los exámenes me influyen... Pero de alguna manera tengo que automotivarme a seguir estudiando!!
EliminarA ver cuando vuelves a publicar una de tus entradas.. que ya estamos esperándolas con ansia!!!!:)
Ya está publicada la nueva entrada! Es un adiós a una leyenda que, tristemente, hoy nos ha dejado, la entrada va dedicada a Nelson Mandela.
EliminarGracias por leerme! ;)
eso es!! toda la razon del mundo.... y ya sabes.. no te canses!! a seguir y seguir publicando cosas así que me encantan.. un saluditoo
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