domingo, 18 de febrero de 2018

Personas mágicas

“Hay personas mágicas, te lo prometo”
#petitepensamientos




El otro día me encontré por internet esta frase, de Petite Mafalda, y me gustó tanto, tanto, tanto, que me la apunté corriendo.

A veces se nos olvida que el mundo está lleno de personas mágicas, de personas especiales. De personas que saben hacerte reír, que saben hacerte sentir mejor, que saben hacerte un poco más feliz. Que te sacan de casa, que te mandan mensajes. Personas que saben sacar lo mejor de ti, que te hacen mejor persona.

No sé por qué pensar esto me hace ilusionarme. Por todas esas personas mágicas que tengo en mi vida, que son unas cuantas, y por todas esas personas mágicas que aún me quedan por conocer. Creo que a veces no soy consciente de la suerte que tengo, en general. Que a veces no sé apreciar a las personas que me rodean y que a veces no las cuido tanto como debería. 

Supongo que conforme pasan los años las relaciones van cambiando. Nos metemos en nuestro trabajo, en nuestro día a día, la comida, la casa, los problemas que nos rodean... Y sacar tiempo para la gente que nos rodea se va haciendo más complicado. Aunque sean personas mágicas, aunque sean especiales. 

Este año se me empezó haciendo un poco más cuesta arriba, por muchas cosas, pero si tengo que sacar algo bueno de todo es la cantidad de gente que me ha ido escribiendo todos los días, que me ha llamado de vez en cuando, que me mandaba cada día canciones, textos para leer, imágenes… Esas personas mágicas que saben estar cuando tienen que estar, para lo que tienen que estar y donde tienen que estar.

Y así, con la frase y todo esto, ayer me dio por pensar que la gente que no termina de hacerte feliz, de darte lo que mereces, de hablarte bien, de ser sinceros, de apostar por ti o de contar contigo… Esa es la gente que sobra en la vida. Porque, a veces, también tenemos que sacar y no pasa nada.

Que lo mejor que hay en la vida son las personas es algo que lo tengo claro clarísimo, desde hace tiempo, y si son especiales… Esas sí que son un regalo. A mí me hace muchísima ilusión pensar en las personas mágicas y, lo mejor, estoy segura que todavía me queda mucho tiempo por compartir y unas cuantas por conocer.