jueves, 29 de noviembre de 2018

Tú misma



Tú misma. Tú misma y nadie más, porque eres lo mejor que tienes y lo que siempre vas a tener. Quiérete tal como eres y quiérete con lo que eres, no por lo que tienes o lo que tendrás, ni por lo que fuiste, o por lo que crees que algún día serás.

Quiérete como eres hoy.

Eres única. Con tus cosas sí, esas que te hacen diferente y también esas que quizás no te gustan tanto. Pero eres tú, tú y nadie más, y sólo eso te hace especial. Sólo eso te hace ser un mundo por descubrir, un pequeño mundo totalmente dentro de ti. Tienes la inmensa suerte de ser tú, no lo desperdicies.

Quizás a veces no te aprecies tanto como te mereces. Quizás a veces busques demasiado a otras personas cuando, en realidad, no deberías necesitar que nadie decidiera si eres o no feliz. No te dejes manejar por otros, no te dejes menospreciar, no permitas que nadie te haga sentir inferior. No lo permitas porque no lo eres, ni tú ni nadie.

Conócete. Descubre eso que se te da bien, eso con lo que disfrutas, eso en lo que destacas porque, créeme, todos tenemos algo. Poténcialo. Potencia lo que te hace ser mejor y aprovéchalo. Saca siempre lo mejor de ti. No lo desperdicies, ponlo al servicio de lo que te rodea y muéstraselo a los demás. Tienes todo un mundo esperándote fuera. Trabájate la felicidad, porque no llega sola, pero llega si la buscas. Lucha por ser feliz, por encontrar el camino que te pertenece, aquello que te hace levantarte cada día con ganas.

Lucha siempre por lo que te pertenece. Lucha por lo que se te da bien y por lo que te hace sentir bien. Lucha por tus ilusiones y tus sueños, porque sí, eso te pertenece y sí, eso se cumple. Pero hay que currárselo, porque lo fácil no existe.

Pero, sobre todo, quiérete. Quiérete porque al final tú eres lo mejor que tienes y lo más preciado. Cuando tú estás bien, poco a poco llega todo. Cuídate y mímate, date caprichos. Cuida tu mente y tu persona. Quiérete mucho. Nútrete de las personas que te rodean, cuida a la gente que te quiere, pero cuídate también a ti misma y disfruta también de ti.

A veces, realmente, no necesitas a nadie más. De verdad.

Tú misma.

martes, 27 de noviembre de 2018

Coraje

“El coraje, más que la ausencia de miedo,
es la conciencia de que hay algo por lo que
merece la pena que arriesguemos”



Nunca me he considerado una persona valiente. Todo lo contrario, de hecho. Siempre he creído que soy miedosa por naturaleza y poco se le puede hacer. Pero no sé, a veces merece la pena cambiar la forma de mirar las cosas y más cuando se trata de una misma. Quizás sea verdad esta frase y la valentía no nos hable de no tener miedo, sino de hacer las cosas a pesar de ese vértigo, de coger aire y lanzarte a ello.

Entonces, cuando pienso así, me doy cuenta de que soy más valiente de lo que pensaba, de que a veces soy la primera en infravalorarme y que, si hablamos de arriesgarse, también soy la primera que me tiro. No me gustan las cosas a medias, ni echarme atrás, ni esconderme de algo. Si tengo que tomar una decisión, la tomo. Si tengo que arriesgarme, me arriesgo.

En mi vida he tomado decisiones aún sabiendo que me podían cambiar la vida, aún sabiendo que podían salir mal. Y me han cambiado la vida, y me han salido mal. Me he sentido sola muchas veces y he aprendido que, cuando se trata de ti, nadie puede sacarte las castañas del fuego. La gente te ayudará, te llamará y pensará en ti, pero tú eres la única que se queda ahí.

Aún así, nunca he llegado a arrepentirme de nada. Cada vez que me he caído me ha dolido y he llorado, pero yo sola me he vuelto a levantar, he encontrado la manera de hacerlo y he seguido caminando. Siempre que las cosas se han torcido, he encontrado la forma de verles el lado positivo y volver a empezar de nuevo.

Quizás tenga razón ese dicho que dice que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Probablemente me vuelva a equivocar decenas de veces en mi vida y sienta miedo otras tantas. Probablemente me arrepienta y quiera volver atrás en muchas ocasiones. Seguro que volveré a caer y a sentirme insegura, volveré a estar asustada, tendré vértigo de nuevo…

Pero quizás también soy más valiente de lo que pienso y tengo el coraje suficiente para construir esa vida que realmente yo quiero.