viernes, 27 de noviembre de 2015

Sobre escribir...

“Es una necesidad esencial. Escribo porque no puedo vivir sin escribir. Y uno siempre escribe para aprender, para comprender, para saber, para intentar entenderte y entender el mundo.” Rosa Montero.




Por eso decidí empezar el blog, porque necesitaba escribir. Porque escribía mucho y lo guardaba en el ordenador, pero sentía que lo escrito cobraba sentido cuando era compartido. Nunca pensé en la posibilidad de tener cientos o más de mil visitas al mes, para mí compartirlo era hacerlo público, aunque nadie me leyera o lo hiciera sólo una persona.

Y hubo un momento en el que fue así, y yo era tan feliz. Pero, de repente, en los últimos meses, ha empezado a subir de manera vertiginosa el número de visitas. Yo voy a seguir escribiendo igual que siempre lo he hecho, independientemente de los lectores o visitas que tenga, porque siempre he pensado que si una sola persona leía lo que yo escribía, si a alguien le gustaba y le hacía pasar un buen rato, entonces compartirlo ya merecía la pena.

Sin embargo, he de aceptar que me hace una ilusión inmensa ver cómo cada día, publique o no publique, hay gente que me lee. Cómo cada mes van siendo más las personas que dedican momentos de su día para adentrarse en el mío. Me hace muchísima ilusión y me anima a seguir escribiendo.

Por eso, no puedo más que dar las GRACIAS a todas esas personas que han dedicado unos minutos a visitar mi blog, a leer algún post e incluso algunas a dejarme un comentario. De vez en cuando alguien me agradece que haya escrito algo porque le ha animado, ayudado o justo era lo que necesitaba en ese momento. En realidad soy yo la que más tengo que agradecer.

Gracias a todas esas personas que me conocen muy bien y, cada vez que publico algo, me dicen que el primer rato libre que tengan lo van a dedicar a leerme. A todas las que me han leído desde el primer momento, entrada tras entrada, día tras día. Y a todas aquellas personas que sin conocerme, ni saber mucho de mí, se pasan por aquí y dan sentido a eso tan importante que para mí es escribir.

Hace poco subí un post con mis 50 razones para vivir, si pudiera añadir una más, la 51 sería esta, mi blog.


¡Millones de gracias a todos!

lunes, 23 de noviembre de 2015

Esta semana



Esta semana voy a cogerla con ganas.

Esta semana voy a pensar cada ropa que me ponga, nada de lo primero que coja del armario. Voy a abrigarme bien, no pienso pasar frío. Voy a cuidarme el pelo, aceptaré que lo tengo muy rizado, no voy a pasarme las planchas y voy a evitar todo lo posible el secador. Voy a darme crema hidratante en las manos, para que el frío no me las seque, y voy a recuperar mis gafas de sol, que con este tiempo también sale.

Esta semana no quiero tener pereza. Quiero aceptar que las cosas que hay que hacer, tienen que ser hechas, con pereza o sin ella, por lo que será mejor hacerlo bien. Voy a irme un poco antes a dormir, nada de quedarme en el sofá, deseando estar en la cama, pero sin ganas de moverme de ahí. Voy a madrugar, sí, pero habiendo dormido más.

Esta semana voy a reírme, varias veces al día. Voy a trabajar, a estudiar y a leer en el sofá. Voy a hablar mucho con mis amigas, pero a olvidarme un poquito del móvil. Voy a hacer skypes y a ir escribiendo alguna postal de Navidad. 

Esta semana voy a vivirla día a día, momento a momento. Voy a centrarme en cada cosa que debo hacer y voy a hacerla bien, de la mejor manera posible, a cogerla con ganas y a trabajarla. Voy a sacar de cada acontecimiento lo mejor. Voy a tachar todo lo que tengo en mi agenda, voy a evitar que se me vayan acumulando las cosas. Voy a vivirla, voy a disfrutarla.


¡FELIZ LUNES!

jueves, 19 de noviembre de 2015

Un poco de frío



Por fin esta semana ha llegado (por lo menos un poco) el frío. Y digo por fin porque, al igual que en mayo me gusta que empiece a calentar el sol y en agosto que haga calor, en noviembre me gusta tener que ponerme algunas capas más de ropa.

En general, los días en los que brilla el sol y no hay ni una sola nube en el cielo siempre me ponen de buen humor y me dan muchísima energía; pero los días fríos, con nubes, húmedos… también tienen su punto.

Así que, como ya estamos a las puertas del invierno y parece que el frío llega para quedarse, he hecho un recopilatorio de las cosas que me gustan en esta época del año, esas que hacen del invierno una estación mucho más llevadera:

1. Las bebidas calientes. No hay quien disfrute un buen café o un chocolate caliente en pleno agosto, pero en noviembre, sentarte en el sofá con una manta y una taza bien caliente entre las manos es sin ninguna duda uno de los mejores planes que puede haber.



2. Los jerséis. Esa prenda que te impide pasar frío vayas donde vayas. Ya no hay excusa, cada vez hacen jerséis más bonitos y últimamente las tiendas están repletas de ellos. Además no hay manera de que un jersey así pueda quedar mal a nadie.

Aquí os dejo una recomendación de doce jerséis bien calentitos.



3. La niebla por las mañanas. Me encanta la niebla, muchísimo. Levantarme, asomarme por la ventana y verla, tiene un efecto tranquilizador para mí que muy pocas otras cosas consiguen.



4. Los calcetines de lana y las botas. Una de las cosas que peor llevo en invierno es lo fríos que se me quedan los pies. Por eso, un par de calcetines gordos es siempre la solución, sobre todo si son como estos.



5. Los abrazos. No vamos a negar que no hay mejor cosa cuando hace frío que un abrazo. La verdad es que en verano no apetece tanto arrimarse unos a otros, pero en invierno hay que aceptar que un abrazo siempre es bien recibido.




Estas son las cinco cosas que hacen mis inviernos un poco más llevaderos ¿y las vuestras?, ¿qué es eso que os ayuda a llevar un poco mejor el frío?


Pd. Todas las imágenes de hoy son de Pinterest


Pd2. Este post va especialmente dedicado a Uxue y Raquel, dos personas muy especiales que se preparan para vivir el invierno por tierras inglesas ¡Ánimo chicas!

lunes, 16 de noviembre de 2015

Mis 50 razones para vivir


Después de lo que ha ocurrido este fin de semana en París y lo que lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo, día tras día, en países como Siria o Irak, a una se le quitan las ganas de escribir sobre cualquier cosa. Mirar nuestro planeta y observar todo esto es desesperanzador. No sólo por lo que podamos vivir aquí en el futuro, sino por lo que están sufriendo millones de personas en el presente. 

No podemos olvidarnos de todos ellos, de los miles de asesinatos que hay cada día en todo el mundo, de que cada vida vale oro. Sin embargo, tampoco creo que debamos vivir con miedo, asustados de lo que nos pueda llegar, tristes por todo lo que está pasando…

Y, sobre todo, nunca debemos perder la esperanza.

Por eso, me ha gustado mucho la iniciativa de Marta en la que habla de sus 50 razones para vivir. Porque si nos olvidamos de esto, de lo más importante, de la vida; si nos vence el terror, entonces son ellos los que ganan.

Aquí van mis 50 razones para vivir, especialmente dedicadas a las 50 razones de todas estas personas que trágicamente han perdido la vida este fin de semana.

1.       Las noches de verano.
2.       Las tormentas vistas a través de la ventana.
3.       Las flores.


4.       Los calcetines de lana en invierno.
5.       Los reencuentros.
6.       La Navidad.
7.       Las palomitas en el cine.
8.       Mis viajes a Toledo.
9.       Nuestra mañana del 24 de diciembre.
10.   Las miradas cómplices.
12.   Mis millones de planes de futuro.
14.   El olor a café.



17.   Los desayunos.
18.   Las sorpresas.
19.   Los viajes (aunque sean en avión).
20.   Las noches de peli, sofá y manta.
21.   El olor a limpio.
23.   El momento de empezar un nuevo libro.
24.   Los batidos de chocolate.
25.   Las guitarras.
26.   Nuestros skypes, noche tras noche.
27.   Las tartas de cumpleaños. Con muchas velas.
29.   Las trenzas.



31.   Las librerías.
32.   Las comidas especiales entre semana.
33.   Las canciones del disco de Maite. Y su coche.
34.   Las peleas de churros.
35.   Las buenas noticias.
36.   Las bodas.
37.   Las chimeneas en invierno.
38.   No cansarse nunca de estar empezando siempre


39.   El arcoíris.
40.   Los vídeos de cuando mi hermano y yo éramos pequeños.
41.   El patio de un colegio a la hora del recreo.
42.   Los regalos por que sí. “Porque me ha recordado a ti”.
43.   El sorteo de la lotería en la radio el día 22 de diciembre.
44.   La nieve.
45.   Nuestros amigos invisibles cada Navidad, que de invisibles tienen muy poco.
46.   Patinar sobre hielo.
47.   Hacer reír.
48.   Las comidas familiares. 
49. El olor a leche caliente.
50. Los álbumes de fotos.

La vida es maravillosa y, por eso, debemos trabajar día a día para que a nadie le sea quitada mucho antes de lo que debería. 

jueves, 12 de noviembre de 2015

Del revés



Yo tenía un post preparado sobre mi fin de semana (ya que el anterior terminó con un "a la vuelta os cuento") y lo iba a subir esta mañana, pero cuando por fin lo he hecho me ha salido uno de los párrafos cortado por una de las imágenes que había subido. Le he dado a editar y he puesto la imagen delante del párrafo en cuestión, pero otra vez al actualizarla ha vuelto a salir igual. He probado ochenta maneras diferentes para que la imagen no cortara el párrafo, sino que saliera delante, pero al actualizar pasaba todo el rato lo mismo. He subido el post sin la imagen, pero era una foto mía de este finde que pegaba muchísimo, y no me gustaba sin ella. Finalmente, me he desesperado y he borrado todo

Me pongo tan nerviosa cuando las cosas no me salen como estaba planeado, que me dan ataques de los que luego me arrepiento, como el de borrar esa entrada (que lo suyo me había costado escribir). En realidad, ahora mucho más tranquila, podría probar a subirla de nuevo, pero ya es demasiado tarde. 

Generalmente, el momento de desesperación me dura poco y luego siempre me río. De hecho, me suelo tomar con bastante humor todo lo que me pasa, porque ya tengo asimilado que soy de esas personas a las que siempre les ocurre de todo. Si estuviera en una habitación llena de gente y fuera a pasarle algo ridículo o embarazoso a alguien, seguro que me pasaría a mí. Una vez mis amigas me regalaron por mi cumpleaños un libro que se titulaba "50 situaciones embarazosas y cómo salir de ellas" porque decían que nada más ver el título se habían acordado de mí. 

A veces las cosas se me ponen un poco del revés, pero creo que me viene bien. Me ayuda a darme cuenta de que no podemos querer controlar todo o que todo nos salga perfecto. Podemos meter la pata cientos de veces y tropezarnos con una piedra mil, a veces ocurre. 

Además, tengo bien aprendido que las cosas que salen mal (no las importantes, claro) a veces son más divertidas y que con una carcajada todo se arregla. A veces, las cosas del revés son mucho mejores. Lo decía "alegría" en la peli y no puedo estar más de acuerdo:


"No puedes enfocarte en lo que está saliendo mal,
siempre hay una forma de dar la vuelta a las cosas."

viernes, 6 de noviembre de 2015

Mi fin de semana

Por fin, por fin, por fin… ¡Llega el fin de semana! Y este me hace especial ilusión porque me voy de viaje. Viaje exprés, con maleta pequeña, ir y volver, pero viaje.

Viaje de 500 km de distancia, a una de las ciudades más bonitas de España: ¡Toledo! Y para justificar esta opinión os dejo una foto que le hice la última vez que fui:

Así de bonita, sin retoques ni nada

Me encantan los viajes de fin de semana. Aunque no den para mucho y se queden casi en un ir y venir. El hecho de salir fuera, de vez en cuando, un par de días en medio del curso, hace todo un poco más llevadero.

Estos dos días no pienso acordarme ni una sola vez de lo que tengo que hacer a lo largo de la semana. No voy a pensar ni un segundo. Voy a disfrutar, a rodearme de personas geniales y a aprovecharlos al máximo.

Además, es un finde muy especial porque viene mi amiga Cris desde Madrid a visitarme y, aunque yo no soy una experta de la ciudad y todavía me pierdo por sus calles, pienso enseñarle Toledo de arriba a abajo (con un poquito de ayuda).

Si es que, al final, tener a personas importantes viviendo lejos no siempre es tan malo. A veces, también nos ofrece oportunidades para abrirnos un poco, para salir y disfrutar. Yo cojo ahora mi billete de tren y me pongo en marcha…



¡A la vuelta os cuento!

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Yo, ante todo, sigo

“No sé dónde voy, pero sigo caminando.”

Vía Pinterest

Ni idea de quién ha dicho esta frase, no sé si es de alguien concreto o se trata de una idea extendida, pero me la he encontrado hoy por Pinterest y me ha recordado tanto a mí en este momento de mi vida que tenía que compartirla.

Y es que yo qué sé a dónde voy ahora mismo. Me parece que sin rumbo. Terminé la carrera en junio, esa en la que quiero trabajar, y decidí empezar a estudiar otra totalmente distinta (aunque, por lo menos, he de aceptar que ¡me encanta!), me ofrecieron un trabajo de lo que he estudiado y lo rechacé, me paso las tardes trabajando en pequeñas cosas que me han salido y he empezado a prepararme unas oposiciones que aún no han convocado.

No sé ni a dónde voy, ni a dónde llegaré pero, extrañamente, me gusta lo que estoy haciendo este curso. Disfruto de estas pequeñas cosas y las semanas se me pasan volando.


Vía Pinterest

Siempre supe que no iba a pararme, que iba a seguir avanzando. He oído cómo personas que me conocen bastante bien me decían que este año me lo he llenado de cosas porque no sé esperar, quedarme un tiempo sin hacer nada. Pues quizás sea verdad, pero no me importan mis razones más internas. Hay tantas cosas que me gustaría hacer, que ni me planteo la idea de estar parada.

No sé si voy hacia delante o hacia los lados, la cuestión es que avanzo por lugares que me gustan, me rodeo de cosas bonitas y día a día sigo aprendiendo.