martes, 23 de agosto de 2016

"Como si solo fueran dos días"


Poco a poco me he dado cuenta de que terminar la carrera no es algo sencillo. No se trata de la carrera, se trata de lo que viene después. Ese salto de altura hacia donde quieres ir conduciendo tu vida. Decisiones, esfuerzos, para llegar a eso que siempre has querido.

Y a veces no sale bien, a veces ves que no llegas, que saltas con todas tus fuerzas pero no lo alcanzas y entonces vuelves a caer de nuevo. Caes porque te das cuenta que ya no sirve con estudiar para sacar buena nota. Ahora estudias, te esfuerzas, le echas ilusión y ganas… Y ya no entiendes por qué ni con eso funciona. Y caes…

Y entonces es cuando me encuentro este video de Petite Mafalda y me dedico a reescribir todo lo que voy oyendo. Para leerlo, para imprimirlo, para tenerlo en cuenta y para saltar de nuevo. Hablan de emprender y ya sé que no es exactamente lo que yo he hecho, pero a fin de cuentas se trata de tomar una decisión y apostar todo por ella. De esforzarte al 100% por eso que quieres para tu vida profesional, de dejar otras opciones de lado porque eso es lo que de verdad quieres. Y si emprender se trata de eso, entonces lo mío puede considerarse algo parecido.

Os dejo el texto, porque es demasiado…


Emprender es como ver crecer un árbol. Plantas semillas, a veces crecen, otras lo intentan. La lluvia tarda o es demasiado abundante. Los primeros capullos florecen en primavera, mientras esperan impacientes a que el sol de julio saque su mejor color. El otoño, a veces duro y otras motivador, prepara los troncos y las ramas para el frío invierno, que mira por dónde, es cuando más desnudo está y sobrevive, vaya si lo hace. Será que por dentro está más fuerte que nunca. ¿Será la primavera, será el esfuerzo, serán las ganas, serán los logros, será un poco de todo…? ¿Será la vida?
A veces, muchas, nos olvidamos de que la felicidad no es un estado, son momentos. Necesitamos constantemente que nos lo recuerden o incluso, lo que es peor, que alguna cosa fea pase para darnos cuenta. Emprender es una manera increíble de ver lo brutalmente feliz que puedes llegar a ser siendo tu mejor versión. La que simplemente lucha por vivir la vida que le ha tocado de la manera que mejor sabe hacerlo, la que más le llena cada día por la mañana. Eso sí, con esfuerzo; porque la felicidad, o eso creemos, es como ponerse en forma, hay que currárselo.
Os deseamos con todo corazón que veáis crecer vuestro árbol, que le dediquéis tiempo, que disfrutéis de las cosas nuevas y también sepáis cortar las que ya están pochas, las que han sido un aprendizaje, un susto, una mala racha. Otras florecerán a pasos agigantados. Las de las recompensas, las del esfuerzo, las de ahora sí, las del ¿y por qué no?, las que recoges porque merecen estar en tu mesilla de noche, porque ellas lo valen, porque tu lo vales.
Dice Galindo que lleva 32 años en la calle y no conoce a nadie que poniendo corazón en lo que hace las cosas le salgan mal. Habrá que probar, ¿no? Parece una apuesta ganadora. Al final, se trata de que en el jardín de tu vida éste sea uno de los árboles que no se apagan. El del trabajo, el del esfuerzo, el de tu carrera profesional. Uno de los que dan sombra para que podáis organizar, cuantas veces queráis, una fiesta a sus pies, de esas que celebran la vida. Y es que a eso hemos venido, a vivirla, como si fueran dos días…
Como si sólo fueran dos días.


-Petite Mafalda-