Poco a poco me he dado cuenta de que terminar
la carrera no es algo sencillo. No se trata de la carrera, se trata de lo que
viene después. Ese salto de altura hacia donde quieres ir conduciendo tu vida. Decisiones,
esfuerzos, para llegar a eso que siempre has querido.
Y a veces no sale bien, a veces ves que no
llegas, que saltas con todas tus fuerzas pero no lo alcanzas y entonces vuelves
a caer de nuevo. Caes porque te das cuenta que ya no sirve con estudiar para
sacar buena nota. Ahora estudias, te esfuerzas, le echas ilusión y ganas… Y ya
no entiendes por qué ni con eso funciona. Y caes…
Y entonces es cuando me encuentro este video
de Petite Mafalda y me dedico a reescribir todo lo que voy oyendo. Para leerlo,
para imprimirlo, para tenerlo en cuenta y para saltar de nuevo. Hablan de
emprender y ya sé que no es exactamente lo que yo he hecho, pero a fin de
cuentas se trata de tomar una decisión y apostar todo por ella. De esforzarte
al 100% por eso que quieres para tu vida profesional, de dejar otras opciones
de lado porque eso es lo que de verdad quieres. Y si emprender se trata de eso,
entonces lo mío puede considerarse algo parecido.
Os dejo el texto, porque es demasiado…
Emprender es como
ver crecer un árbol. Plantas semillas, a veces crecen, otras lo intentan. La
lluvia tarda o es demasiado abundante. Los primeros capullos florecen en
primavera, mientras esperan impacientes a que el sol de julio saque su mejor
color. El otoño, a veces duro y otras motivador, prepara los troncos y las
ramas para el frío invierno, que mira por dónde, es cuando más desnudo está y
sobrevive, vaya si lo hace. Será que por dentro está más fuerte que nunca. ¿Será
la primavera, será el esfuerzo, serán las ganas, serán los logros, será un poco
de todo…? ¿Será la vida?
-Petite Mafalda-
A veces, muchas, nos olvidamos de que la
felicidad no es un estado, son momentos. Necesitamos constantemente que nos lo
recuerden o incluso, lo que es peor, que alguna cosa fea pase para darnos
cuenta. Emprender es una manera increíble de ver lo brutalmente feliz que
puedes llegar a ser siendo tu mejor versión. La que simplemente lucha por vivir
la vida que le ha tocado de la manera que mejor sabe hacerlo, la que más le
llena cada día por la mañana. Eso sí, con esfuerzo; porque la felicidad, o eso
creemos, es como ponerse en forma, hay que currárselo.
Os deseamos con
todo corazón que veáis crecer vuestro árbol, que le dediquéis tiempo, que disfrutéis
de las cosas nuevas y también sepáis cortar las que ya están pochas, las que
han sido un aprendizaje, un susto, una mala racha. Otras florecerán a pasos
agigantados. Las de las recompensas, las del esfuerzo, las de ahora sí, las del
¿y por qué no?, las que recoges porque merecen estar en tu mesilla de noche,
porque ellas lo valen, porque tu lo vales.
Dice Galindo que
lleva 32 años en la calle y no conoce a nadie que poniendo corazón en lo que
hace las cosas le salgan mal. Habrá que probar, ¿no? Parece una apuesta
ganadora. Al final, se trata de que en el jardín de tu vida éste sea uno de los
árboles que no se apagan. El del trabajo, el del esfuerzo, el de tu carrera
profesional. Uno de los que dan sombra para que podáis organizar, cuantas veces
queráis, una fiesta a sus pies, de esas que celebran la vida. Y es que a eso
hemos venido, a vivirla, como si fueran dos días…
Como si sólo
fueran dos días.
-Petite Mafalda-