viernes, 16 de octubre de 2015

Aquí y ahora

Hace tiempo me propuse adoptar la filosofía del “aquí y ahora” para mi día a día. En realidad es muy sencillo.

¿Dónde estoy? Aquí. ¿Qué hora es? Ahora.

Todo lo demás, pensamientos, preocupaciones, emociones, ya llegará en su momento, cuando le toque…




El otro día estaba leyendo este post y me di cuenta de que todo esto del aquí y del ahora se me había olvidado demasiado pronto, en un par de semanas se me fue la filosofía. Ahí se quedó, en un intento de forma de vida fallido.

Cuando, unas horas después de leer eso, tiré el yogur que me estaba comiendo, por encima de los apuntes que estaba ordenando, al ir a escuchar el audio de whatsapp que mi hermano me acababa de enviar, decidí que tenía que retomar lo del aquí y ahora. Pero esta vez debía ser mucho más en serio.

Es decir, si voy a comerme un yogur, me como el yogur. Si voy a ordenar los apuntes, ordeno los apuntes. Si voy a leer whatsapp, leo whatsapp. Y así, con todo.

No se trata sólo de hacer las cosas bien, se trata de disfrutar las cosas que se hacen. La de veces que me tomo un descanso de estudio y me lo paso agobiada por lo que tengo que estudiar después. O que me encuentro con alguien por la calle y, como tengo prisa, sólo pienso en terminar rápido la conversación para irme corriendo. O que me meto a la cama a dormir y doy mil vueltas a todo lo que tengo en la cabeza. O cientos de ejemplos más que podría seguir escribiendo aquí, uno tras otro.

La cuestión es fácil, hay que disfrutar de cada cosa que se hace, y de centrarse en eso. Se trata de hacer un pequeño esfuerzo y abandonar esa costumbre, que hoy en día todos tenemos, de estar a mil cosas a la vez.




Llevo tres días así, de momento lo estoy consiguiendo, aunque a veces se me olvida… ¡Esperemos que dure!

lunes, 12 de octubre de 2015

Días otoñales

Hoy, como suele pasar con estos días de fiesta, hemos aprovechado para juntarnos a comer en familia. Veinticuatro, para ser exactos. Hemos vuelto a la casa del pueblo, probablemente sea la última vez que vayamos hasta la próxima primavera.

Las calles que hace sólo un mes y medio estaban repletas de gente hoy se veían totalmente vacías. Ya no estaban las sillas en las puertas de las casas, ni las bicicletas, patinetes, los balones…



Ha sido una comida de esas que se alargan, con mucho jaleo, muchas conversaciones y alguna que otra foto. Todavía calentaba un poco el sol, pero aún así, para estar bien dentro de casa hemos encendido la chimenea.

Por la tarde hemos aprovechado para dar un paseo. Los paisajes que se veían hoy eran totalmente diferentes a los de los últimos meses. Las hojas cubrían las calles, parques y caminos. Estaba todo precioso.



Pronto nos hemos dado cuenta de que se estaban echando las nubes y cuando aún estábamos disfrutando de la tarde se ha puesto a llover. Truenos y relámpagos nos han llevado a todos a casa, donde, gracias a que habíamos encendido la chimenea, se estaba de cine. Cerca del fuego, secos y oyendo la tormenta, hemos terminado un buen día.

A veces cuando acaba el verano parece que se nos cae el mundo encima, que el otoño nos trae malos días, que la lluvia y el frío nos dejan semanas grises… Parece, pero no. El otoño también está lleno de colores, a veces simplemente tenemos que prestar un poco más de atención. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

Redireccionando

“La vida no tiene sentido, se lo das tú, con lo que hagas, con lo que te apasiones, con tus ilusiones. Tú construyes el universo a tu manera.” Walter Riso


Vía pinterest

A veces me da la impresión de que mi vida se auto controla por sí misma, sin necesidad de establecer yo la dirección y el sentido. Me parece que sigue su propio ritmo, en línea recta, y no se detiene. Casi nunca tengo que tomar decisiones importantes, ni doy grandes giros, de esos que hacen dar vueltas al volante tan fuerte que cuesta pararlo.

Por eso, cuando me toca decir sí o no a algo, me cuesta muchísimo y casi nunca me sale anteponer lo que quiero a esa inercia que empuja mi día a día y a veces me hace llevarlo por donde, en el fondo, no me apetece.

Dicen que las oportunidades sólo llegan una vez, pero ¿qué es realmente una oportunidad?. Igual lo que para mí es, para otro no. No es necesario decir a todo que sí porque sí. Porque es una oportunidad, porque no hay que dejarla escapar, porque no quiero pero tengo que hacerlo…

Hoy voy a decir que no. No a esta oportunidad que se me ofrece pero que yo no quiero. No a los “es lo que tienes que hacer” y no a los “es lo que ahora te toca”. Hoy voy a coger yo el volante, voy a llevar la dirección que quiero para mi vida, esa vida que estoy segura de que a veces me hará decir no a grandes cosas para acoger otras mejores.