“Recordamos para no olvidar”
Ahora sí que sí, después de dos
meses de vacaciones sin parar, de un lado para otro, ya estoy en casa. Solamente
me queda la última semana, antes de coger ese tren, para aprovechar el máximo de
tiempo sintiéndome aquí, sin nada nuevo ni grandes cosas, simplemente en casa.
Cuando comencé las vacaciones y volví,
tenía tantas ganas de estar en casa que comencé a arrepentirme de todos los
viajes que había preparado para mi verano. Yo, allá por abril, en un ataque por
querer conocer mundo y un poco de movimiento, decidí que si me había pasado
todo el curso trabajando sin parar, ahora me merecía un verano viajando sin
parar. Pero cuando llegó el 1 de julio y me vi con una agenda muy apretada,
mucho calor y ganas, únicamente, de sentarme en el sofá y bañarme en la
piscina, comencé a arrepentirme.
Hoy, cuando por fin encuentro una
semana para estar en casa (semana que cojo con muchas ganas, no vayamos a
engañarnos) sólo me apetece recordar todo lo vivido (para no olvidar) y soy
consciente de que lo mejor que me ha podido pasar, sin duda alguna, ha sido
viajar.
Creo que viajar es una de las
grandes maravillas que tenemos en nuestra mano y lo digo yo, que me monto en un
avión y me pongo a llorar, no puedo evitarlo, me da un terrible miedo, pero me
aguanto y me monto.
Estos dos meses he tenido la
suerte de conocer lugares de España, Portugal, Francia y Suiza. No me he ido
muy lejos, pero he recorrido kilómetros y, aunque las culturas no son demasiado
distintas, he aprendido de otras costumbres. Tenemos el mundo lleno de lugares,
personas, ciudades, culturas… por conocer y cualquier oportunidad de salir de
casa, moverse, empaparse de otras costumbres, hablar con gente diferente… Es un
regalo.
Creo que tengo síndrome post
vacacional incluso antes de terminar mis vacaciones. Echo de menos subir
montañas, correr para conseguir una ducha libre, andar por la orilla del mar, desayunar en una terraza, oír
el ruido de las olas, salir a dar un paseo después de cenar, ver cómo cada día me pongo un poco más morena, cantar noche tras noche en un
karaoke… Creo que lo que he vivido este
verano no lo olvido tan fácil y septiembre llegará para recordármelo... Así que
estos días mientras preparo un álbum de fotos y hago un vídeo resumen de
todos estos viajes, busco por internet destinos para el año que viene.
Definitivamente, seguiré
viajando.