sábado, 23 de abril de 2016

Hoy me pregunto

Hoy me pregunto cuántas cosas tendré en mis manos. Si vivo en mi burbuja, si me centro sólo en mí, si vivo cerrada a todo. Me pregunto cuánto mundo tendré a mi alcance, cuánto podré mejorar las cosas, cuánto tengo por hacer. Hasta dónde puedo llegar, cuánto podré abarcar.


Cuántos libros me quedan por leer, cuánto mundo por visitar, cuánta gente por conocer. Todos los amigos que aún tengo por hacer, las películas por ver, cuánto por aprender. Cuántas risas por soltar, sonrisas por regalar y lágrimas para consolar. Cuántas partidas por jugar, cuántas entradas por escribir, cuántos problemas por solucionar.

Hoy me pregunto cuánto me queda por hacer, todo lo que me queda por vivir, roturas por arreglar. Palabras por hablar, canciones para cantar, versos por recitar. Videos por sacar, fotos para revelar, clases que preparar. Aprendizajes para enseñar, recetas para experimentar y paseos, muchos paseos por andar.

Me pregunto cuándo volveré a ver amanecer, cuántos atardeceres por disfrutar, cuántas tormentas de las que escapar. Cuántas flores por coger, charcos sobre los que correr, ilusiones con las que crecer.

Hoy me pregunto si la felicidad a veces sólo consistirá en pequeñas cosas con las que disfrutar, cosas por mejorar, un mundo con el que cada día soñar. 

lunes, 18 de abril de 2016

Sea como sea...

“Motivation is what gets you started.   
Habit is what keeps you going.” Jim Ryan    



Esta es la razón culpable de que yo escriba tan poco últimamente, que si la motivación fue lo que me obligó a empezar a escribir, ahora queda el hábito y no es mucho. Además, mañanas de biblioteca y tardes de trabajo dan para poco más, pero las oposiciones están a la vuelta de la esquina y, aunque yo esta vez no aspire a mucho, todo lo que haga ahora seguro que se ve recompensado en un tiempo.

Y lo mismo pasa con todo, no sólo con el estudio. Si pretendes que la motivación sea la que cada día te empuje a hacer deporte, por ejemplo, la llevas clara. El primer día sí, el segundo también, igual incluso el tercero, pero luego ya irá disminuyendo y para el cuarto día, si no hay nada más que te empuje a hacerlo, la motivación ya no conseguirá levantarte del sofá.

A veces oigo que la rutina es mala y los hábitos aburren, pero todo es necesario. Los hábitos pueden estar bien, siempre y cuando sean buenos.

A mí siempre se me había dado mal estudiar en la biblioteca y me cundía más en casa, pero con las oposiciones estaba siendo diferente, así que me he acostumbrado a ir a la biblioteca todos los días y me resulta mucho más fácil estudiar cada día. Pensando en todo esto bien, ahora que llega la primavera creo que voy a volver a sacar la bici del garaje y a acostumbrarme a usarla más que el coche. Otros años lo he hecho y los viajes se me hacen mucho más motivadores.

La motivación nos ayuda a crear hábitos y los buenos hábitos pueden resultar motivadores. Sea como sea, yo comienzo la semana con ganas.


¡Ánimo con el lunes!

viernes, 8 de abril de 2016

Mis primeros pasos por... Londres

¡Hola de nuevo! Tras un tiempo de desconexión vuelvo por aquí con ganas de seguir compartiendo cosas. Sin embargo, todavía me quedan unos días más de descanso, así que hoy os vuelvo a dejar en manos de otra persona. Mi amiga Uxue viene para contarnos cómo fue su llegada a un nuevo país, cómo comenzó su nueva vida lejos de aquí. 





























¡Buenas tardes! Soy Uxue, espero que mi experiencia os sirva para ver que la vida nos pone retos interesantes que tenemos que intentar conseguir. Todo depende del punto de vista con el que veamos las cosas y la actitud ante ello.

Si os soy sincera, cuando terminé Magisterio Infantil no se me pasaba por la cabeza irme al extranjero, era una idea impensable a pesar de cómo estaba la situación laboral en ese momento. Me busqué la vida como pude dando clase particulares y sobretodo centrándome en ese idioma que a las maestras siempre nos ha perseguido y que sin él no podemos trabajar, el inglés. La verdad que siempre nos lo han enseñado como algo sistemático pero a la hora de aplicarlo a la vida cotidiana la cosa difiere bastante.

Llegó un día en que de repente me planteé que mi vida diera un giro, me había cansado de la rutina y necesitaba empezar una nueva etapa pero esta vez ya decidida a que fuera en un país diferente. Pensé, como siempre que surgen objetivos nuevos en la vida, que yo podía, que todo es el proponérselo y seguir hacia adelante con todas las consecuencias y que, todo lo que deseas está siempre al otro lado del miedo. Y me lancé a la aventura. Me fui a Londres hace 6 meses.


El viaje se podría resumir en nervios, expectativas, inseguridades…sin contar que era la primera vez que viajaba en avión, primera vez que salía de “casa”… pero estaba segura de que merecía la pena. El comienzo no fue tan duro como esperaba, por supuesto que tuve mis días malos en los que mis amigas estaban ahí para aguantar mis lloros al resultarme complicado cogerles el ritmo con su acento británico tan marcado y haber formado el caos. Sin embargo, he de decir que uno de mis puntos a favor fue la familia tan estupenda con la que me tocó estar, he tenido la suerte de sentirme como en casa, no os digo más. Pero todo en la vida es caerse y levantarse y no hay mayor evidencia que esa, así aprendemos siempre.



Pero por otro lado creo que también me iba a venir fenomenal un cambio de aires y un tiempo en el que mi vida fuera diferente a como lo había sido 26 años atrás. Y fui mejorando, avanzando, ganando seguridad en mi misma, conociendo a personas maravillosas que me han ayudado muchísimo y a las cuales estaré eternamente agradecida. Nunca pensé que estas personas me marcaran tanto, me llevo amigos que siempre van a estar presentes en mi vida.

Además me dí cuenta de que más allá de mejorar mi inglés, con esfuerzo y dedicación, he aprendido a madurar, a salir de situaciones complicadas yo sola, sin tener a las personas que siempre me han acompañado ahí para pedir ayuda y con una sonrisa en la cara me he sentido orgullosa de mi misma y no sabéis lo gratificante que es.




Y de repente ocurre que tu nueva etapa se trastoca, aquella a la que ya me había adaptado satisfactoriamente. Me ofrecían un trabajo en un colegio al lado de mi ciudad…y rápidamente todo cambia, es increíble como es el destino…y como nos puede volver a cambiar la vida en cuestión de segundos. Mis expectativas de futuro seguían puestas en Londres y otra vez estaba aquí. Despedida rápida, inesperada, triste…pero no se puede tener todo. La vida muchas veces es ahora o nunca y yo debía de aprovechar aquella oportunidad.

Por eso, sed conscientes de que “nada de lo que realmente valga la pena será fácil”

Gracias por dejarme este trocito para expresarme querida “una de tantas” y gracias por dedicar vuestro tiempo a leerme.

Se despide, hasta la próxima,

Uxue.


¡Muchas gracias a ti, Uxue! Por aquí estamos encantados de leer historias como la tuya, que todo sirva para aprender y luchar siempre por aquello que queremos.

Muchísima suerte en tu nuevo trabajo y, ya sabes, cuando quieras eres bienvenida de nuevo ;)