El paso del tiempo es algo incomprensible
para mí. Bueno, en sí me parece algo fascinante. No existe en este mundo cosa
más exacta. Una hora compuesta por sesenta minutos, un minuto compuesto por
sesenta segundos. Nada más preciso y puntual que el tiempo.
Y, de la misma manera que no hay nada más
preciso, tampoco hay nada más inevitable. Los años pasan y nada se puede hacer
ante esto. Día tras día, año tras año, vas creciendo y, aunque muchas veces no
quieras hacerlo, no te queda otra. Puedes estancarte y negar el paso del
tiempo, pero estarás auto engañándote porque los años no pasan solos, los años
te llevan con ellos.
Es curioso, puede que te hayas pasado la
infancia queriendo crecer, soñando cómo serás cuando seas mayor pero, cuando
llegas a serlo, darías lo que fuera por volver a ser pequeño. La verdad es que
esperar la llegada del futuro no tiene mucho sentido porque, al final, acabará
llegando.
Así, deseando crecer, mirando al futuro,
soñando qué traerá, acabas encontrándote con que ya ha llegado ese día. Ya has
crecido, ya estás en ese futuro hacia el que dirigías tu mirada y ya no eres un
niño. No sabes exactamente cuándo sucedió. No sabes cuándo creciste, ni cuándo
cambiaste de etapa, pero ya lo has hecho y no hay vuelta a atrás, ya eres
mayor.
Ya no vas al colegio ni juegas al escondite. Ya
no son tus padres quienes deciden por ti, ni están a todas horas diciéndote qué
hacer. Ya no basta con jugar en el recreo para mantener a los amigos. De repente
te encuentras con que toda tu vida cuelga de tus manos. De tus manos y de las
de nadie más. Otras personas te podrán ayudar pero tu futuro depende sólo de ti,
de lo que tú quieras y de lo que tú hagas.
A veces esto puede dar vértigo. Da vértigo
pensar que te has convertido en una persona hecha y derecha. Una persona
autosuficiente que quizás depende de muchas otras pero que no cuelga de nadie. Ahora
estás tú, tú y nadie más.
Tendrás que aprender a quererte, a aceptarte
como eres y luchar por mejorar. Tendrás que entender que estás rodeado de gente
pero tu vida es tuya y ya nadie va a decidir por ti. Ya ha llegado el momento
de avanzar solo. Estarás rodeado de personas pero no podrás ir de la mano de
nadie.
Nada tan inevitable como el paso del tiempo y, a la vez, tan fascinante. El transcurso de la vida, la llegada de nuevas oportunidades, experiencias vividas...
ResponderEliminarMe ha encantado.