Acabamos de empezar semana y de empezar
mes, y yo lo hago con muchas ganas. Septiembre vino cargadito, para
acostumbrarnos poco a poco a la rutina de nuevo y volver a los madrugones,
trabajos, llamadas, compras, comidas, cenas… Hoy puedo decir que creo que ya he
pillado ritmo, ya he cogido rutina y he establecido mi día a día otra vez más.
Los días en general se me pasan
bastante rápido. Poco a poco he empezado a organizarme menús, a cocinar un poco
más, a que no me pille el toro con la compra y a tener la casa relativamente
organizada. Los fines de semana los he ido llenando de pequeños planes. Tengo
algún viaje exprés ya preparado y también me he comprado algún billete de tren.
El otro día me decía alguien:
- - Creo que nos entendemos tan bien porque somos
personas sencillas
- - ¿Sencillas?
Sí, creo que somos personas
sencillas. Encontramos la felicidad en el día a día y eso nos hace estar bien.
Paseos por el campo, tomar una cerveza, ir al cine, ver fotos del verano,
escribir un rato, llamar a una amiga, organizar una comida entre semana,
comprar dos entradas para un concierto, montar en quad, sentarse al sol, beber
tranquilamente un café, llamar a casa, cenar en compañía, escuchar música, leer
en el sofá…
Hoy simplemente quiero plantear un
objetivo para octubre. Para mí y para todo el que quiera unirse… Y puede
parecerlo, pero no es tan fácil…
Encontrar la felicidad en el día
a día y en las cosas sencillas. ¿Cómo? Guardando un rato, cada día, para hacer
algo que te guste. Reservándote tus momentos para disfrutar. Obligándote a ser
feliz con las cosas más sencillas…
¿Te apuntas?
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