domingo, 28 de octubre de 2018

Aprender y seguir aprendiendo.


Aprender y seguir aprendiendo es, para mí, la manera de ir avanzando día a día.



Aprender de los errores y convertir cada pequeño fallo en un nuevo aprendizaje. Tropezarte, tomar decisiones equivocadas, ir por el camino que no deberías, hacer cosas y después arrepentirte. Pensarlo, darle vueltas y entender que, por lo menos, así no volverás a hacerlo. Conocerte a ti mismo. Conocer qué se te da bien y qué no tanto. Dónde fallas para hacer lo que sea por evitarlo y dónde sueles acertar, para fomentarlo.

Caminar e ir construyendo tu vida por el camino que tú quieres. Atreverte a tomar decisiones, aunque sean arriesgadas. A cambiar de ciudad, a cambiar de trabajo o cambiar de aires. Apostar por lo que quieres. No por lo que quisiste o por lo que querrás. Pensar en el presente, dejar atrás el pasado y no preocuparse tanto por el futuro. Dar saltos, arriesgarse, fallar y volverlo a intentar.

Luchar siempre por las personas. No por los lugares, por las cosas, por los trabajos, sino por las personas, que son las que al final siempre merecen la pena. Quedarte con las que te aportan, las que te ayudan, las que te hacen reír y las que están siempre ahí.

Dejarlo todo y empezar de nuevo si es necesario. No tener miedo. No tener nunca miedo de las decisiones que en un momento tomaste convencido, aunque al final hayan salido mal. Si has elegido todo consciente de aquello por lo que quieres luchar, has hecho lo correcto.

Soñar y tener ilusiones. Cagarla, cagarla mucho. Volver a empezar, caminar de nuevo y seguir soñando. Convertirte en tu mejor versión. Actuar siempre conforme a lo que de verdad quieres, conforme a esas ilusiones. Hagas lo que hagas entonces, no puede estar mal.

Y si no sale bien…

Seguir aprendiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario