martes, 3 de octubre de 2017

Octubre

Dice el Principito que caminando en línea recta uno no puede llegar muy lejos… No creo que octubre vaya a ser recto, ni mucho menos. Quizás se haga cuesta arriba pero, ¿y lo bonitas que son luego las vistas?, ¿y las fotazas que después salen?



Octubre será ese mes en el que ya me habré acostumbrado un poco más al nuevo trabajo y madrugar cada día ya pasará a ser rutina. No sé si seré la única, pero septiembre me cuesta la vida. Yo que nunca me echo siestas y en septiembre me duermo por las esquinas. Creo que este mes tendré más energía, no es muy complicado.

Este año en especial me apetecía cambiar de mes. No sé por qué no se me dan bien los nuevos comienzos y convertir lo nuevo en parte del día a día era lo que llevaba esperando desde que comenzó este curso. No se me da bien ser la nueva, empezar de cero o tener que conocer gente, simplemente espero que pase el tiempo y así, de manera natural, lo nuevo pronto dejará de serlo.

Me gustan los colores del otoño, aunque este año parezca que el verano haya venido para quedarse. Me gusta comenzar a abrigarme un poco, coger el pijama de manga larga, beber el café caliente y sentarme en el sofá con una manta.

Nunca me ha parecido que octubre fuera un mes especial, pero este año, por lo que sea, lo he cogido con ganas. Últimamente tengo la sensación de que el tiempo va más rápido que nunca, los días vuelan y los meses pronto se acaban. No sé por qué, pero tengo la necesidad de disfrutar de cada mes, de cada semana, de cada día y de cada plan.

De repente ya no me agobia pensar que no voy a volver a casa hasta dentro de tres semanas, porque para cuando me he dado cuenta, las tres semanas han pasado.

Creo que voy a aprovechar este mes, a disfrutarlo… Sea como sea, seguro que llegamos lejos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario