No puedo parar de pensar en estas
navidades, que me fui a pasar unos días fuera, rodeada de campo, sin
maquillaje, ni secador para el pelo; y, la verdad, no necesitaba más… Eso son
cosas sencillas.
La gente natural es algo sencillo. Sin segundas, ni complicaciones. Que se ríe de las cosas que le pasan, que se dedica a disfrutar de los suyos, a ser feliz con lo que tiene y que se aleja de los problemas. Rodearse de personas así hace todo más simple.
Una flor es algo sencillo. Ir a
trabajar todos los días rodeada de campo es mucho más sencillo. Salir de casa
sin preocuparte demasiado por cómo vas o a quién verás. Para mí, ir a los sitios
en bici es sencillo y salir a pasear porque sí, porque quiero tomar el aire y
me apetece andar un rato, también.
Trabajar con niños es sencillo y
creo que ellos también me hacen ver las cosas de otra manera. Disfrutar del día
a día, aunque sea lunes y aún quede toda la semana por delante. Los árboles, el
campo o vivir en un pueblo son cosas sencillas. Saludar a la gente, hablar con
diferentes personas, conocer vidas nuevas e interesarse por los demás, es
sencillo.
Sacar fotos, reírse de las cosas
que pasan, hacer deporte y comer una hamburguesa.
Hoy tengo ganas de cosas
sencillas, no se trata de pereza o de querer simplificar todo, se trata de que
las cosas pequeñas son las que hacen la vida más fácil y creo que tampoco hemos
venido aquí a complicarnos demasiado la existencia, ¿no?
¡Disfrutad del finde!
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