Últimamente me ha dado por el
campo, la montaña… Y eso que hace dos años, cuando estaba a punto de terminar
la carrera y soñaba con qué haría meses después, me daba por verme en alguna
gran ciudad, echando currículums por Madrid y trabajando por allí.
Pero como nunca se sabe y la
vida nunca deja de sorprender, resulta que dos años después he terminado donde
nunca hubiera pensado. Ahora mi trabajo se sitúa en un pequeño pueblo, rodeada
de campo, montañas, animales y naturaleza… Y yo que ya me veo cual protagonista
de una novela, lejos de todo y perdida entre árboles y piedras, no puedo
sacarme el campo de la cabeza.
De repente, ir al campo se
convierte en uno de mis planes más deseados. Hacer una barbacoa, ponerme ropa
cómoda, salir a andar, hacer fotos desde lo alto, montar en bici… Ahora que
llega la primavera, salir de la ciudad y estar en un pueblo se me mete en la
cabeza y es lo que más me apetece hacer en mi tiempo libre.
A veces resulta que lo que nunca
hubieras pensado te sorprende y te regala una nueva forma de pasar el tiempo. Me
apetece sol, aire, flores, campo y montaña. De momento parece ser que esta
primavera la pasaré al aire libre, esperemos que el tiempo acompañe, ya os
seguiré contando por dónde van los tiros…
No hay comentarios:
Publicar un comentario