martes, 15 de octubre de 2013

¡Ya estoy de vuelta!

Parece mentira lo ilusionada que empecé a escribir este blog el año pasado y lo abandonado que lo he tenido desde hace unos meses. A decir verdad he pensado varias veces en borrarlo pero, como los ordenadores y yo no nos llevamos del todo bien, nunca he sabido cómo se borra y no he podido hacerlo. Así, al final, para bien o para mal, aquí sigo, intentando recuperar este pequeño proyecto que con tantas ganas empecé hace poco más de un año.

La verdad es que no entiendo muy bien qué venada me ha dado para ponerme a hacerlo justo ahora. Resulta que me he pasado el verano aburrida en casa, sin nada que hacer, matando el tiempo leyendo libros y en ningún momento me ha apetecido ponerme a rescatar el blog. Pero ahora, que no sólo ha empezado el curso sino que ya llegan los primeros parciales, se me ocurre sumergirme de nuevo en todo esto.





De todas formas creo que ya me voy conociendo poco a poco y sé que cuantas más cosas tengo para hacer muchas más hago. Mis tardes nunca han estado vacías, todo lo contrario. Soy la típica persona que tiene tantas cosas que hacer que siempre llega corriendo y justa a todos lados. De hecho, creo que esto se ha acabado convirtiendo en un ritual y ahora soy incapaz de andar despacio. Además soy bastante desordenada pero si no veo orden a mi alrededor me agobio, así que al final acabo siempre nerviosa y estresada. No obstante, poco a poco voy buscando soluciones a mi desorden. Este año me he comprado una agenda donde apunto todo aquello que necesito recordar y cada semana acaba llenísima de comentarios y apuntes. Aún así nunca falta el día en que se me olvida mirarla y, entonces, también se me olvida hacer lo que tenía apuntado. Pero, como ya he dicho que poco a poco me voy conociendo, he encontrado hasta una solución a este problema: Mis manos y brazos, que en ocasiones pueden funcionar como la mejor agenda. Y así es como ando últimamente, sin parar de un lado a otro, cargadísima de cosas y con los brazos y manos llenos de pintadas para todo aquello que no se me puede olvidar hacer.






Así es como, entre todo este caos que es mi día a día, he decidido que quiero dedicar unas horas a una de las cosas que más me gusta: Escribir. No escribir grandes artículos, ni grandes novelas, sino pequeñas ideas que se me van ocurriendo, quizás tonterías, no importa. Solo quiero poder hacer un pequeño hueco en mi semana para desconectar de todo, creo que tendré que apuntármelo en algún sitio, no vaya a ser que se me olvide. 

1 comentario:

  1. Que alegría tenerte aqui de nuevo!!!! ;)

    por eso pegas las zancadas que pegas eeeeehhhh!!!!
    Ya sabes aquí sigue tu fan número 1, (dispuesta a leer tus ideas ;) )Apuntatelo, no se te vaya a olvidar!

    ResponderEliminar